Estrategia en foco

Cada día nos sorprende algo nuevo en el uso de Inteligencia Artificial (IA), cuya aplicación está transformando procesos y cambiando estándares en los entornos laborales de diferentes sectores. en el campo de operaciones legales, donde el tiempo, la previsibilidad y la precisión son esenciales, no podría ser diferente. En poco tiempo hemos logrado varios avances, especialmente pensando en la acceso a la información e optimización de procesos

Históricamente, el uso de la IA en el Derecho se remonta a las décadas de 1990 y 2000, impulsado por los avances en la informática y las bases de datos jurídicas. Con el desarrollo del procesamiento. lenguaje natural, Yo aprendizaje automático y grandes volúmenes de datos, la IA ha evolucionado significativamente. Esto ocurrió especialmente desde la década de 2010, cuando su uso se volvió más sistemático.

En los últimos 10 años, la IA ha transformado significativamente el sector, evolucionando de una herramienta experimental a una parte importante del trabajo diario de los abogados y departamentos jurídicos de las empresas. 

Entre los avances, los sistemas comenzaron a realizar análisis jurídicos más complejos, como investigación de jurisprudencia, predicción de resultados de casos y la apoyo a la creación de estrategias legales. Han surgido plataformas especializadas para ayudar en identificación de patrones en las decisiones judiciales y optimizar el tiempo de investigación.

A medida que avanza la tecnología, la IA se vuelve más presente y esencial. Uno levantamiento publicado por el Consejo Nacional de Justicia (CNJ) en 2024 mostró que hubo un crecimiento del 26% en el uso de IA en el Poder Judicial en 2023, en comparación con el mismo período del año anterior.

La integración es una parte clave del sistema.

Actualmente, Projuris, la plataforma de la unidad de negocio de Inteligencia Jurídica del Grupo Softplan, es un ejemplo de uso exitoso de la IA en operaciones legales. La solución, que es el software principal para departamentos jurídicos y despachos de abogados, contribuye a conectar diferentes sectores del ecosistema legalY acelerar la producción e evitar desperdiciar recursos

La integración de la información en el Derecho es de suma relevancia para incrementar la eficiencia y transparencia en la administración de Justicia. Con el uso de sistemas integrados, como Projuris, es posible compartir datos entre tribunales, despachos de abogados, fiscales, defensores y otros actores del proceso. 

Esta posibilidad garantiza, entre otras cosas, que información importante, como decisiones judiciales, pruebas y peticiones, sea accesible en tiempo real, evitando duplicaciones de trabajo, retrasos procesales y pérdida de datos esenciales. 

Además, la unificación de la información permite que todos los involucrados en el proceso tengan una visión completa y actualizada de los casos, facilitando la toma de decisiones oportuna. 

Más tiempo para lo que realmente importa

Específicamente en los despachos de abogados, observamos impactos importantes vinculados a la aumento de la productividad, con la ayuda de IA para tareas como la creación de contenido de texto. Con la herramienta, los abogados agilizan su trabajo de redacción, basándose en interconexión que esta tecnología ofrece para argumentos de defensa, apelaciones, entre otros.  

Otra función importante es la generación de resúmenes procesales. Con la IA, el trabajo de lectura para análisis, comprensión y conclusión, que antes podía llevar horas, se puede realizar casi al instante. 

La Inteligencia Artificial, entrenada para comprender los patrones del rito judicial y provista de datos estructurados, garantiza altos índices de eficiencia.

De esta manera, los abogados y otros profesionales del derecho ahorran tiempo en tareas operativas y pueden centrarse en interpretar y aplicar la información jurídica de forma estratégica y juiciosa.

En los departamentos jurídicos, la IA es una aliada en la toma de decisiones estratégicas. Con la tecnología desarrollada por Projuris, por ejemplo, es posible calcular las posibilidades de éxito o fracaso de una demanda, basado en datos históricos de casi 300 millones de procesos de negocio que suministran el big data del sistema. 

Con esta base de datos, el La IA es capaz de indicar cuándo vale la pena seguir adelante con un proceso, calculando estadísticamente las posibilidades de victoria, o cuándo un acuerdo legal es la solución más ventajosa. El impacto financiero para las empresas es enorme.

Regulación: incertidumbres y desafíos

Sin embargo, cuando miramos hacia el futuro, todavía vemos algunas incertidumbres. Se deben principalmente a las regulaciones. entre los retos principales a superar, podemos mencionar el definición de responsabilidad legal sobre lo que produce la IA, debates sobre derechos de autor e protección de datos y privacidad, además de garantía de transparencia sobre cómo se toman decisiones basadas en algoritmos, evitando que los sistemas sean “cajas negras”.

El debate sobre el tema debe ser amplio, de modo que puedan producirse normas claras sobre su uso. Actualmente, está en vigor un proyecto de ley (PL) 2.338/2023 que trata específicamente de regular el uso de Generación de Contenidos en Brasil está tramitándose en el Senado Federal. Después de una serie de ajustes, el PL, también llamado Marco legal de IA, se espera con impaciencia la votación.

En otras partes del mundo ya se han dado pasos importantes. En la Unión Europea, que está a la vanguardia de la regulación de la IA, la Ley de Inteligencia Artificial clasificó los sistemas de IA en categorías de riesgo, considerando que los sistemas considerados de alto riesgo estarán sujetos a estrictos requisitos de transparencia, seguridad y control de calidad. El proceso de creación de esta ley implicó consultas públicas y la participación de expertos en tecnología, ética y derecho, lo que refleja el enfoque cauteloso de la UE para promover el uso seguro de la IA. 

En Estados Unidos todavía no existe una ley federal sobre su uso. Por otro lado, agencias reguladoras sectoriales, como el Departamento de Transporte y la Comisión Federal de Comercio (FTC), han emitido directrices sobre su uso, en un enfoque más centrado en fomentar la innovación, sin establecer una regulación centralizada, lo que genera críticas de algunos sectores. por la falta de estandarización.

Futuro de posibilidades

A medida que avanzamos en la regulación, también es posible vislumbrar un enorme campo de posibilidades e imaginar cuánto podría impactar aún más la IA en las operaciones legales en el futuro. 

A interpretación de la evidencia como documentos y fotografías, por ejemplo, es uno de los frentes en los que la tecnología puede evolucionar, además de un mayor desarrollo de automatización de tareas administrativas y repetitivas, como analizar contratos, revisar documentos, seleccionar casos y completar formularios. O incluso para su uso, en situaciones menos complejas, en asistencia con la resolución de conflictos de manera eficiente, rápida y asequible sin la necesidad de un proceso judicial formal. 

Ante este escenario, entre numerosos avances, algunos desafíos y un enorme campo por explorar, no cabe duda de que el uso de la Inteligencia Artificial en las operaciones jurídicas ya contribuye significativamente a mejorar el sistema judicial, tanto desde el punto de vista de los profesionales que actuar en él y desde el punto de vista de la sociedad. 

Asimismo, también parece claro que los próximos pasos en este cronograma son prometedores. El camino es seguir invirtiendo en tecnología para mejorar las herramientas de IA, así como su seguridad y transparencia. Como resultado, contaremos cada vez más con una Justicia que atienda las demandas sociales de manera rápida y justa, fortaleciendo la confianza en el sistema judicial en su conjunto.

Cristiano Luis da Silva

Cristiano Luis da Silva

Licenciado en Economía, con posgrados en finanzas, marketing y servicios. 30 años de experiencia en el mercado de software, considerando diversos segmentos como ERP, CRM y EDI, con los últimos 12 años dedicados a Projuris.

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